El olvidado

Qué curioso es que, en nuestras celebraciones más importantes, a veces olvidamos invitar al único que hace posible todo lo que celebramos. Decoramos la casa, preparamos la comida, nos rodeamos de risas y regalos, pero dejamos fuera a Jesús, el verdadero motivo de la esperanza y el amor que queremos compartir.

Nos volvemos expertos en organizar cenas perfectas, pero a menudo ignoramos al huésped más importante. Jesús no exige un lugar en la mesa, no reclama atención ni regalos; Él simplemente está ahí, paciente, esperando a ser invitado. Lo irónico es que, mientras buscamos llenar nuestras vidas con cosas, la plenitud que buscamos está justo afuera, en Él.

Tal vez esta imagen nos invita a reflexionar: ¿A quién estamos dejando fuera en nuestras vidas? Jesús no se ofende ni se va; siempre está ahí, con su amor incondicional, esperando ser parte de nuestro día, no solo en una celebración, sino en todo momento. La próxima vez que nos reunamos, hagamos un espacio en nuestra mesa, en nuestro corazón, para quien realmente lo merece. Porque el regalo más grande que podemos recibir es Su compañía.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Facebook

Facebook

Popular Items