Llamando al 911

Cuando estamos preocupados, marcamos la línea directa 911, donde reportamos que necesitamos ayuda, donde pedimos auxilio porque requerimos el apoyo de las autoridades. Ellos vienen a rescatarnos y proteger nuestras vidas.

Vivimos en un mundo donde buscamos ayuda constantemente. La depresión, la soledad y el dolor nos hunden y consumen. Nos hacen sentir vacíos, con ganas de no seguir adelante. Nos damos cuenta de que no podemos salir solos; necesitamos esa ayuda que nos proteja, que llene nuestro vacío y nos dé un propósito para vivir.

Cada día presenciamos más dolor, más odio, más tristeza. Todo esto nos recuerda que necesitamos un lugar donde sentirnos protegidos, amados y aceptados.

Salmos 50:15
"E invócame en el día de la angustia; yo te libraré, y tú me honrarás."

Llamé al 911 de Dios, y Él me escuchó y me cuidó. Me dio una vida nueva, una vida en abundancia. Llenó mi vacío y me demostró que, en los momentos de mayor soledad, cuando parece que no hay salida, Él siempre está presente.

Tener una vida con Dios no es fácil, pero vivir sin Él es imposible. Aunque las dificultades siguen presentes, y las cosas que duelen continúan sucediendo, todo se ve diferente porque contamos con Su amor y Su abrazo. Dios nunca nos deja, nunca nos abandona, y siempre podemos recurrir a Su apoyo en todo momento.

Marca siempre al 911 de Dios. Él siempre responderá y siempre te amará. Nunca te dejará y cuidará de ti. No necesitas internet ni saldo; esta llamada es gratuita. No dejes pasar más tiempo, haz esa llamada. Dios te ama y quiere cuidar de ti.

Esto no se trata de una religión, sino de una relación personal con Él. Las cosas no serán perfectas, incluso puede que se tornen más difíciles, pero con Su apoyo y Su amor, tu vida cambiará. Dios nos brinda salvación y una paz que no tiene comparación.

El 911 de Dios está disponible 24/7. Él está presente, te ama y quiere estar contigo. Haz esa llamada hoy mismo.

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