No debemos juzgar a los demás basándonos en su apariencia o comportamiento exterior, ya que solo Dios conoce los corazones de las personas. Como dice en 1 Samuel 16:7, "Pero Jehová dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón".
Además, debemos recordar que cada persona tiene su propia relación con Dios y su propio camino en la vida. Como dice en Proverbios 3:5-6, "Confía en Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas". Por lo tanto, es importante respetar las decisiones y elecciones de los demás, ya que cada uno está en un camino único y personal en su relación con Dios.
En resumen, la relación de las personas con Dios es algo sagrado y personal que debe ser respetado por todos. No debemos juzgar a los demás basándonos en su apariencia o comportamiento exterior, y debemos recordar que cada persona tiene su propio camino en la vida y su propia relación con Dios. Como dice en Mateo 7:1, "No juzguéis, para que no seáis juzgados"