A veces vivimos como se muestra una manzana limpia y sana pero por dentro nos vemos como una manzana podrida y mala. Engañamos al mundo, a nuestra familia, amigos, novia, novio. Pero a Dios no lo podemos engañar ya que el no puede ser burlado. Porque todo lo que el hombre sembraré, eso también segará.
Debemos de dejar de ser tan aparentes, caemos mucho en esto debemos dejar de aparentar tanto espiritualidad. A quien queremos engañar, o a que queremos jugar. Creo que eso nos pasa muy seguido y la gente secular conoce eso de nosotros. Hay que rendir cuentas a Dios para que nuestra vida sea restaurada y sana como la manzana pura y limpia y solo teniendo a Jesús en nuestra vida podremos no solo por fuera estar así si no que por dentro estaremos limpios , santificados, y solo Dios nos lo puede dar. Debemos pedir perdón por nuestros pecados y recibir a Jesús en nuestra vida.
Vivamos una vida santa no es nada fácil pero sin Dios no hay salida, solo es cuestión que entendamos y veamos su amor. Veras que no hay amor tan grande como el de Dios. Galatas 6:7