A cuantos no les han destrozado el corazón una persona que pensaste que era la persona indicada para ti pero que en realidad solo aprovechó el momento,  tu debilidad y tu amor para destrozar te por dentro. Cuando abrimos nuestro corazón a alguien es porque creemos que esa persona no nos hará daño,  pero nos exponemos a que hagan de nosotros lo que quieran porque estamos indefensos al abrir nuestro corazón a esa persona,  pensando que no nos harán daño pero cuando lo hacen prácticamente quedamos destruidos por dentro y es muy difícil volver abrir nuestro corazón a una persona.
Es muy doloroso cuando sucede esta destrucción,  es muy difícil salir de ella pero cree que se puede salir adelante,  es un proceso sumamente difícil pero no imposible,  vienen más culpas de porque hice aquello,  etc.  Pero lo que debemos ver,  es que tenemos gente buena que realmente nos ama y esta ahí para apoyarnos y que nunca destruirá nuestro corazón.

Lo mismo pasa cuando abrimos nuestro corazón a Dios la gran diferencia que el nos ama,  no juzga y  la acepta tal y como somos.  Y lo mejor de esto es que nunca nos va a traicionar y no nos va dejar.  Es un proceso que a lo mejor vamos a batallar pero todo lo que pase va hacer para nuestro bien,  no importando nuestros errores ya que el ve más allá de eso.  Abramos  nuestro corazón a Dios,  para que el pueda sanar todo lo que te hayan lastimado,  con el no abra fuga en ese corazón  lastimado,  si no que el parchará esas cicatrices que tenemos y nos hará un nuevo ser.  Hoy es  día de estar en contacto con el,  hoy es el día de abrir tu corazón al señor de señores, Jesús el rey de reyes.  El sana todo lo que otros han dañado y no deja que nadie lo vuelva hacer.  Solo pon tu vida en la manos de el.  AMÉN.