Debajo del agua

Cuando tenemos un dolor muy grande que sabemos que no vamos a poder vivir con el mucho tiempo, nos desgasta tanto que se roba nuestras energías y nuestras lágrimas. Esos golpes que nos da que la verdad nos saca el aire y batallamos para poder retomar la respiración, es como si estuviéramos debajo del agua sin poder respirar.
Nos sentimos en una oscuridad total,  creemos que nadie nos entiende porque hablan tan a la ligera de los problemas como si ellos supieran como nos sentimos pero nadie conoce lo que nos pasa solo nosotros. Nuestro corazón se encuentra destruido, como si estuviera roto en miles de pedacitos, pedimos ayuda pero nadie nos escucha, solo dicen ya supéralo ya pasó mucho tiempo, ya es tiempo que sigas adelante.
Miramos a nuestro alrededor y vemos como si la vida estuviera estancada por eso que nos carcome. Vemos como nos hundimos debajo del agua sin poder respirar y ver que nos ahogamos poco a poco. Intentamos salir adelante pero nada hace salir de esa profundidad que solo o la vida nos ha metido, ya no podemos más y buscamos de cualquier forma salir de ella y poder respirar pero no lo logramos.
El viento sopla y con él se va nuestras esperanzas, nuestros sueños y la fuerza para luchar para seguir adelante se fue junto con el otoño.
Ese dolor que tu sientes Dios prueba tu vida sin dejar de cuidarte, en ese momento no lo vemos, no observamos pero Dios está ahí con nosotros y creo que él es el único que sabe cómo nos sentimos y no nos juzga si no que está ahí escuchando y abrazándonos para que nosotros salgamos avante de todas estas pruebas.
Los golpes de la vida nos hacen madurar, nos rompen la piel, pero con eso nos hace ser fuertes porque con cada herida viene una gloria que no podemos ver pero que Dios si la ve y la pone a nuestra disposición. Tenemos que aprender a respirar debajo del agua y depender de nuestro máximo oxígeno que es Dios que sin él no podríamos durar ni 10 segundos debajo del agua.
Hoy ese problema no te deja respirar pero déjame decirte que vas a salir adelante porque tienes un Dios poderoso y que te dio fuerzas para que salgas adelante, él te escucha solo debes orarle y decirle como te sientes y veras que te dará ese consuelo que tu tanto has necesitado y te dará ese alivio que a lo mejor no se solucionará pero tendrás esa plena confianza que Dios te va ayudar a salir adelante y poco a poco te sentirás mejor porque Dios habita en ti. Se valiente y lucha no dejes que ningún problema te venza porque tú eres más que vencedor y saldrás adelante de la adversidad. Debajo del agua puedo respirar porque he aprendido a confiar en Dios.

Publicar un comentario

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Facebook



Facebook