Todos hemos sido alguna vez un terrorista hemos hecho tanto daño como los terroristas famosos que han causado tanto daño en el mundo. ¿Cuál es la diferencia de ellos a nosotros? Ninguna, somos iguales que ellos hemos causado el mismo daño, hemos causado terror y mucho dolor.
Hemos juzgado a las personas sin saber su historia, sabiendo que nadie es perfecto y que Dios nos llamó a exhortar no a juzgar y como siempre hacemos lo contrario a lo que Dios nos estipula en su palabra. Hemos humillado a las personas por creernos más que ellos, y no somos más o menos que las demás personas, solo somos unos pecadores que necesitamos a Jesús para tener salvación, entonces porque humillar, porque caer en la soberbia.
Cuantas veces no hemos engañado a alguien para salirnos con nuestra voluntad, cuantas veces no le hemos puesto el cuerno a nuestra novia (novio) y hemos plantado un dolor desastroso aquella persona que ella se siente como si le hubiéramos bombardeado con una bomba.
Hemos lastimado a muchas personas que nos rodean y nos quieren, con malos comentarios, con nuestros actos, por nuestras decisiones, porque nos comportamos como unos terroristas que pareciera que no tenemos corazón, hemos dañado tanto que hemos desecho muchos corazones, hemos destruido vidas, hemos frenado metas, eso es una de las peores formas de matar a alguien.
Cuantas veces no hemos robado, aunque sea lo más mínimo muchos hemos robado y eso es un acto de terrorismo, robamos no solo dinero, robamos sueños, amor, vidas y las ilusiones, nos aprovechamos de las personas como unos viles terroristas. Estamos llenos de envidias que eso no nos permite avanzar en nuestras vidas y no queremos que los demás avancen y obstaculizamos su caminar con bombas de envidias, con balazos de palabras y lo que sea posible para frenar a cada persona.
Gritamos y lastimamos a las personas que amamos y nos aman, y si vieras lo que siente esa persona cuando tú le gritas de esa forma, se siente como que una bomba este destruyendo todo su cuerpo pero tú sigues en las mismas gritos y gritos. Herimos y herimos peor que una ráfaga de balazos ,lastimamos los sentimientos de alguien que nos ama y fallamos a nuestras promesas sin importar que esas fallas vayan a lastimar a alguien, hacemos nuestro acto terrorista y no nos damos cuenta que eso tiene muerto en vida a alguien y lo peor es que nos vale tener así a alguien que por nuestra culpa está pasando por un infierno , somos egoístas no todo el mundo gira alrededor de nuestra vida porque no podemos entender esto porque hacemos daño a las personas que lo único que hacen es amarnos y nosotros de terroristas y dañando sus sentimientos y dejándolos muertos.
¿Pero qué podemos hacer para dejar de ser un terrorista y dejar hacerle daño y matar y matar y matar? Fácil, reconocer que somos unos terroristas y decir que estamos dispuestos a cambiar y dejar de hacerles daño a las personas que nos rodean. ¿Y cómo hacemos esto? La única forma que conozco es teniendo a Dios en tu vida, con el podrás de ser ese sicario de malas palabras, ese vandálico de vidas y destrozador de ilusiones y hacedor de maldad hacer un ser que falla pero que acepta que se equivoca, aprende a decir perdón y no lo vuelve hacer, dejamos de ser esa persona que deja de cumplir esas promesas tan importantes que decimos que vamos hacer, solo con Dios podemos de ser ese terrorista que hemos sido toda nuestra vida.
Él quiere cambiarte, hoy es el día, ponte a cuentas con tu creador, para que cambies tu vida al 100%, solo con el puedes hacer todo esto. Deja de ver y criticar lo que pasa en otros lados porque no te centras en tu vida y cambias, cambia, solo así traerás esa paz a tu vida. Dios te ama y te manda hacer un santo, entonces compórtate como tal y deja de ser vandalismo y has el bien sin mirar a quien.
Yo he sido un terrorista, pero Dios me dio la oportunidad de cambiar, de perdonar y de hacerme diferente, está en ti si quieres seguir siendo un terrorista y seguir haciendo el mal o cambias por tu bien y aceptas y sigues al Señor. No me vengas a señalar cuando en tu vida llevas varias vidas destrozadas por la bomba de tus actos, mejor cuéntame lo que Dios ha hecho en tu vida el día que decidiste entregarte a él.