Nuestro objetivo debe ser agradar a Dios y debe ser al único que debemos agradar, muchas veces tenemos el objetivo de agradar a medio mundo pero eso nunca lo lograremos porque hagas lo que hagas no todos estarán de acuerdo.
Cuando nuestro objetivo es agradar a las personas tenemos errado el objetivo de la vida porque cada cabeza es un mundo, no busquemos el agrado de aquellas personas que nunca tendremos contentas. Mejor busquemos agradar a Dios obedeciendo sus mandamientos y estando en comunión con El.
Obedeciendo a Dios estaremos llevando una mejor vida y eso no significa que tendremos una vida perfecta pero lo que si es que estaremos en las mejores manos que podemos estar y ese es estando con Dios, busquemos ese agrado por parte de Dios y no de las personas. Pon tu mirada en Jesús y no en las personas (clic aquí para ver este articulo) y vivirás una vida plena en Cristo Jesús.
Se complace Jehová en los que le temen,
Y en los que esperan en su misericordia.
SALMO 147:11