LO MAS FACIL , ES LO MAS DIFICIL

Aunque pueda sonar paradójico, muchas veces en la vida lo más fácil es lo más difícil de lograr. Se supone que lo fácil debería ser sencillo y directo, pero en ocasiones nos encontramos con que lo simple se convierte en lo más complejo. Esto puede aplicarse a diversos ámbitos de la vida, como el deporte, la cocina o las matemáticas.

Por ejemplo, en un partido de fútbol, un pase aparentemente sencillo puede resultar muy difícil de realizar para algunos futbolistas, lo que demuestra que no cualquiera es capaz de hacer lo fácil. También en la cocina, a veces por querer experimentar o ser creativos, podemos olvidar seguir la receta al pie de la letra y terminar con un plato espantoso. En las matemáticas, a menudo queremos complicar las cosas y buscamos una solución más difícil, cuando en realidad hay una forma fácil y eficiente de resolver el problema.

Este fenómeno también se da en el aspecto espiritual, donde lo más fácil es seguir a Dios y tener su Espíritu Santo en nosotros. Sin embargo, a veces nos alejamos de Él y buscamos otros caminos, como las religiones, pensando que nos llevarán a Dios. Pero la verdad es que sólo Jesús puede llevarnos a Dios (Juan 14:6,9). Al ir por el camino difícil, nos alejamos de la verdadera salvación, que es entregarnos a Jesús de forma sencilla y directa.

Por lo tanto, es importante recordar que lo más fácil no siempre es lo más evidente, pero puede ser la mejor opción para lograr nuestros objetivos. En lugar de complicarnos la vida, debemos buscar la forma más fácil y eficiente de alcanzar nuestras metas, y esto también aplica en nuestra relación con Dios. En lugar de seguir religiones o ideologías, debemos buscar un encuentro personal con Él y tenerlo en nuestro corazón. De esta forma, conoceremos la vida, el amor y todo lo que proviene de Dios. Así que, te invito a que vayas por lo fácil en la vida y te acerques a Dios de forma sencilla y directa.


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