Mientras algunos consideran que sus puños son armas...el campeón de boxeo dice la única arma que necesita es la palabra de Dios. En sus 17 años de carrera, Manny Pacquiao se abrió paso hasta la cima, convirtiéndose en el primer campeón del mundo en ocho divisiones.
SU TESTIMONIO
Pero la fama y la fortuna no fueron fáciles para Pacquiao. Sus padres se separaron cuando estaba en la escuela primaria. La pobreza extrema le obligó a abandonar su hogar y encontrar un trabajo en Manila a los 13 años para mantener a su familia. Durante un tiempo, Manny vivió en las calles. Vendía flores y trabajaba en obras de construcción para sobrevivir, y su vida cambió dramáticamente hasta a los 16 años, cuando entró en el equipo nacional de filipinas de boxeo amateur. Lo demás es historia. El mundo vio a Pacquiao derrotar a todos los rivales en el ring.
Pero mientras su carrera boxística despegaba, el sucumbía a las tentaciones del mundo que lo azotaban fuertemente. “Iba a la iglesia el domingo, pero de lunes a sábado estaba en el bar bebiendo, apostando. Palabras descuidadas salían de mi boca. Cometí adulterio. No me importaba”.
Manny dice que sintió la culpa de sus pecados cuando empezó a leer la palabra de Dios. También recuerda escuchar la voz de Dios en un sueño hace varios años. “Recuerdo aquella noche cuando recibí una carta de mi madre diciendo que mi hermana dejó de ir a la escuela porque yo no estaba enviando dinero. Yo estaba llorando, culpándome por gastar todo mi dinero en alcohol. Esa noche oí la voz de Dios en mi sueño. Su voz era diez veces más fuerte que el trueno y me dijo: ‘Mi niño, mi niño, ¿por qué te has descarriado?’ Olvidé ese sueño, pero cuando empecé a leer la Biblia, el primer verso que leí dice que Dios habla al hombre a través de sueños. Así me di cuenta de que mi sueño era real!”
Desde entonces, Manny tiene hambre por la palabra de Dios, llegando a una profunda relación personal con Jesús. Ahora, él tiene estudios bíblicos todos los días y memoriza versículos porque dice la palabra de Dios es su arma contra la tentación.
“El viejo Manny Pacquiao se fue. El nuevo Manny Pacquiao llegó. Tengo la Palabra de Dios en mi corazón. Quiero obedecer Sus mandamientos”.
Manny cree que Jesús viene pronto. Él toma cada oportunidad para difundir el evangelio porque cree que Dios lo usa a él y a otros atletas famosos como Tim Tebow y Jeremy Lin para atraer gente hacia Dios.