Me preguntan por que soy tan feliz

Si me preguntan por qué soy tan feliz, no puedo contestar de otra forma que diciendo que es gracias a lo que tengo en mi corazón. Dios me cambió, me transformó y me dio una razón para vivir. Muchas personas pueden encontrar felicidad en cosas materiales, como un carro o un trabajo, pero en mi caso, no hay otra razón más que Él. Tal vez antes había una sonrisa dibujada en mi cara, pero no era auténtica, era solo una mueca automática. No era porque realmente estuviera feliz, sino porque era un mecanismo que mi cara hacía sin que yo lo controlara. Dios me cambió esa sonrisa mecánica por una sonrisa real.

Hay momentos en los que nada parece llenarnos, ni hacernos felices. Y esto se debe a que nos falta algo en nuestras vidas, algo que solo Dios puede llenar. Él es quien nos acompaña incluso en el valle de la muerte. Es quien borra las caras tristes, la sonrisa mecánica, y el dolor que nos está matando poco a poco. Él es el único capaz de poner la alegría en nuestros corazones y de hacer realidad todo lo que parecía imposible. Así que, si me preguntan por qué soy tan feliz, es porque tengo a Él en mi corazón.

Un versículo bíblico que puede complementar este mensaje es: "El gozo del Señor es nuestra fortaleza" (Nehemías 8:10)


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