Testimonio de vico c

Su penúltimo álbum desahogo fue alabado por la crítica especializada recibiendo excelentes reseñas. Además fue objeto de numerosas nominaciones a los Premios más prestigiosos de la industria incluyendo el GRAMMY en la categoría de Mejor Álbum de Rock/Alternativo Latino; el GRAMMY LATINO en la categoría de Mejor Álbum de Música Urbana; y el BILLBOARD a la Música Latina en la categoría de Álbum Latino de Rap/Hip Hop del Año, entre otros. DESAHOGO habla de la decadencia moral a nivel mundial y especialmente en Puerto Rico, de la preocupación del artista como padre al tener una hija adolescente creciendo en esta sociedad.
La vida de los artistas que logran llegar a las emociones de miles de personas, son vividas con tanta intensidad, que llegan a tocar los límites de su existencia, transformándose constantemente, hasta conquistar su propio cielo. Esta es la historia de un hombre que hizo de su experiencia su propia filosofía, y de su filosofía, su arte.

Brooklyn, Nueva York, es un barrio donde la mezcla de nacionalidades, estilos de vida y forma de pensar son parte de su cotidiano. Y marcado por ese entorno nació Luis Armando Lozada Cruz, el 8 de septiembre de 1971. Aunque vivió poco tiempo en esta barriada, desde niño pudo conocer el mundo de cerca, al compartir la alegría conque vivía su familia y la crudeza de las calles de una gran ciudad.

Poco tiempo después su familia decidió mudarse a Puerto Rico, en el sector de Puerta de Tierra, en San Juan. Sus padres, Don Rafael y Margarita Cruz, pudieron ver desde temprana edad la inclinación de su hijo por lo artístico. El pequeño Vico, como lo apodaban sus familiares, ingresó al Teatro Pobre de América, de la mano de Pedro Santaliz. Contaba entonces con tan sólo 10 años y las tablas del teatro lograron despertar su talento.

En la década de los ochenta, el movimiento del break dance y la música originada por los raperos se apoderó de las radios, y el ritmo y manera de contar las historias a través de la música fueron suficiente para inspirarlo a seguir por ese camino. Fue así como empezó a cantar en la escuela y en fiestecitas y luego en Cafés "underground" alrededor de la isla. Una amiga ofreció llevarle una camiseta con su apodo de niño Vico y sugirió agregarle una C para hacerlo sonar como más rapero. A Vico le gustó la idea y aunque la chica en cuestión nunca le dio la camiseta, le dio sin querer su nombre artístico. Vico C fue el precursor que difundió el movimiento del rap antes que ningún otro en Puerto Rico.

Al final de los 80, LA RECTA FINAL, lo convirtió en el rapero número de uno de Puerto Rico. El tema del mismo nombre se convirtió en un himno en su carrera y el disco de producción independiente pasó a ser objeto de colección para sus seguidores. Los temas "Viernes 13" y "El amor existe" también se convirtieron en éxitos. En 1992 aparecen en el mercado dos nuevas canciones editadas como sencillos que lo llevaron hasta el oro y platino: "Saboréalo" y "María".

En 1994 su compromiso con el género lo lleva a producir a otros artistas hasta crear su propio sello discográfico VC Records. Desde su propia compañía, surgió el talento de Lizzi Estrella, Taíno y Porto Latino.

Le siguió CON PODER, pero no fue sino con AQUEL QUE HABÍA MUERTO bajo el sello EMI que su vida cambió, no sólo vendió 300,000 copias en Estados Unidos, sino que se mudó a Orlando, Florida para estar más cerca del sello. Luego vino VIVO (Ganador de un premio Grammy Latino), EMBOSCADA (nominado a un premio Grammy Latino) y producciones de recopilación de sus grandes éxitos de los 90, así como series especiales de colección.

En sus giras, mostraba un show donde desbordaban atracciones. Vico C entendía que el rap no estaba limitado a una estética austera. Por el contrario, además de su banda, incluía bailarinas, coristas y DJ´s que apoyaban su presentación.

En esa época conoció a Sonia, la mujer que logró atravesar la frontera de su música para ganarse su corazón y transformarse en la más importante lección de amor de su vida, la que hasta hoy le ha dado tres hijos.

Todo parecía estar perfecto hasta que un accidente de moto cambiaría su vida y lo llevaría a un nuevo despertar. Este acontecimiento, que lo deja en una profunda depresión, lo lleva a buscar amparo en un mundo que, aparentemente, lo sacaría de sus ahogos emocionales: las drogas.

"La adicción a la heroína, la cocaína, la marihuana y el alcohol comenzaron a acabar con mi vida. Mi hogar y mi familia comenzaron a afectarse llegando a pensar en divorcio", rememora.
"Después del accidente, cuando estaba bien pegado vino lo peor. Me recetaron un montón de medicamentos y como no podía cantar, caí en depresión y decidí que lo mejor era estar anestesiado todo el tiempo", explica.

De su primer matrimonio Vico C tiene una hija, María Angely, y con su esposa actual, Sonia, tres: Luis Armando (Sugar), Luis Gabriel (Cuqui) y Enny, todos testigos de un proceso de tanto dolor.


"Soy de la calle sin pena
No te lo niego
Y lo que digo no se trata de un juego
Tanto en el sexo como en la indiferencia
Los niños aprenden por negligencia".

La evolución de Vico C como artista no se detuvo, pero más importante fue su descubrimiento como ser humano, tocando los límites y volviendo a enfocarse en su camino.

Ya viviendo en Orlando, Florida, Vico C conoció la soledad de una celda de prisión, aunque nunca se envolvió en ella. Por el contrario, fue el momento en que se sintió más acompañado que nunca por su familia y los amigos.

A esto, se sumó el dolor por la perdida de su madre, debido a una grave enfermedad.

Sin rendirse y por el contrario, motivado a volver a cambiar su vida, decide en la cárcel comenzar a grabar un nuevo disco. Este trabajo llevó por título EN HONOR A LA VERDAD mostró a un Vico C con su corazón abierto y el talento reforzado por sus experiencias y sabiduría. Este disco lo hizo acreedor de su segundo Premio Grammy Latino.

Meses después y casi en forma paralela, fue lanzado al mercado el compilado The Files, un testimonio de su carrera que comprendió 14 temas, incluyendo el conmovedor tema "5 de Septiembre" compuesto en honor a su hija adolescente mientras se encontraba privado de su libertad.

Recién finalizando una extensa gira que lo llevó por todos los Estados Unidos, Puerto Rico, Latinoamérica, y España, Vico C entró a los estudios de grabación y completó su quinto álbum con EMI Latin y el octavo de su carrera, el exitoso "DESAHOGO".

Vico C es un icono de la cultura popular latina. Su filosofía de vida es la misma que honestamente ha volcado en sus canciones. Desde su adicción a las drogas hasta su participación a la creencia cristiana, desde la vida urbana de los barrios de San Juan hasta el escenario de los premios Grammys y Billboard, desde la intimidad de una familia que lo respalda, hasta la ovación de un continente que lo aclama.

"Me siento bien agradecido que la gente me haya perdonado muchas cosas, siento que he recuperado terreno no sólo como figura pública, sino como hombre", reconoce.


"Soy un filosofo sin doctorado
Porque en la calle yo me he graduado
Soy el filósofo
Sabiduría y demás".





Vico C: “El evangelio es la verdad”

SAN JUAN, Puerto Rico – Luís Armando Lozada Cruz, o Vico C, conocido también como “El Filósofo”, es uno de los pocos artistas raperos y del Reggaetón en usar su cristiandad evangélica bajo la manga.

Acredita su fe en Jesús el ayudarle a reponerse de la adicción a la cocaína. Mientras muchos artistas del Reggaetón llenan sus álbumes con increíbles relatos de sexo y vida en la calle, Vico lo hizo con letras que evangelizan a jóvenes, alejándolos de drogas y violencia. Muchas de sus canciones surgen de su niñez en barrios bajos puertorriqueños. Hace referencias bíblicas a sus letras e incluso tocó en un concierto anti drogas en Caracas, Venezuela.

Su nuevo trabajo discográfico titulado “Desahogo”, en el que expresa musicalmente su visión sobre el mundo en que vivimos es un disco con el que se confirma como un gran poeta de la calle. “Con ‘Desahogo’, no pretendo molestar a nadie, sino defender principios y el mismo género, porque yo soy el género, expongo mis inquietudes sociales, la realidad de lo que está pasando. Soy buen amigo, buen compañero, buen padre y fiel a mis principios”.

Al ser preguntado por sus principios, Vico no duda en contestar “El amor, la palabra de Dios, creo en Dios pero no soy un santito. El me ha ayudado en momentos difíciles y creo en su Palabra”.

Vico C es un icono de la cultura popular latina. Su filosofía de vida es la misma que vuelca sobre sus canciones. Su testimonio va desde su adicción a las drogas hasta su entrega a Cristo, desde la vida urbana de los barrios de San Juan hasta los escenarios del mundo. “Me siento bien agradecido que la gente me haya perdonado muchas cosas”, admitió. “Siento que he recuperado terreno no sólo como figura pública, sino como hombre”.

Vico C está convencido que “el Rap es un movimiento, pero el evangelio es la verdad. El rap sirve como instrumento para esparcir el evangelismo y viceversa. El evangelismo viene en las letras, el Rap es el ritmo. Los junto, y aunque son diferentes, predico a los jóvenes del amor de Dios a ellos”, comentó.





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