Enrique Peña Nieto

Enrique Peña Nieto creció en una familia de bajos recursos económicos y dependía del apoyo gubernamental mensual de productos básicos para subsistir. A pesar de las dificultades, él tenía un sueño: convertirse en presidente de México. Se propuso esa meta y se esforzó para lograrla.

Después de estudiar y unirse al poderoso partido político PRIAN, Peña Nieto participó en la elección del partido para representarlos en las elecciones presidenciales. Aunque ganó, su camino hacia la presidencia no fue transparente. El PRIAN invirtió grandes sumas de dinero en una costosa y efectiva campaña publicitaria, incluyendo la compra de empresas encuestadoras, la manipulación de encuestas, el soborno a la televisora Telerisa y la distribución de despensas para la gente necesitada.

Una vez que llegó a la presidencia, Peña Nieto se encontró atrapado en un círculo vicioso, debiendo favores y pagando precios altos a sus aliados. A pesar de su ambición, su presidencia resultó en un país más pobre y más contaminado.

Esta historia nos recuerda que es importante tener sueños y metas, pero nunca debemos comprometer nuestros valores o manipular a otros para lograrlos. Debemos pedir discernimiento y orientación a Dios para alcanzar nuestras metas de manera íntegra y con propósito.

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