Además, para fortalecer este templo, no por vanidad sino por cuidado y respeto hacia nuestro cuerpo, es esencial realizar ejercicio. Muchos cristianos llevan una vida sedentaria y su templo parece una arena movediza. No estoy diciendo que deban tener un cuerpo de modelo, pero tampoco deben descuidarlo por completo y renunciar al ejercicio. ¿De verdad no tienen tiempo para ejercitar el templo de Dios? ¿Dedican tiempo a ver televisión y a mirarse en el espejo, pero no tienen tiempo para cuidar su cuerpo?
Mucha gente utiliza la excusa de que no tiene tiempo o dinero para ir al gimnasio. Pero no se necesita dinero para hacer ejercicio: se puede caminar, correr, descargar vídeos con rutinas para hacer en casa, etc. Todo esto es gratis, así que no hay excusas.
Así que muévete, brinca, baila, come sano y transforma ese cuerpo elástico y movedizo en un cuerpo firme y moldeado. Recuerda que esto no es por vanidad, sino para sentirte mejor, tener mejor salud y cuidar el templo de Dios. Si exiges que el edificio del templo esté bonito y cuidado, ¿por qué no hacer lo mismo con el verdadero templo que eres tú? Actívate y levanta esos músculos para el Señor. Verás que estarás mejor física, espiritual y mentalmente. Recuerda que tu cuerpo es el templo de Dios, aliméntalo bien y tu cuerpo estará más firme y sano como la roca Cristo."