Este mensaje va dirigido a todos los creyentes que dedican demasiado tiempo a las redes sociales y muy poco tiempo a la comunión con Dios. Aunque algunos dicen que hablan con Dios a través de Facebook, la Biblia nos enseña que es a través de la oración que podemos comunicarnos con Él.
Lamentablemente, muchas personas han caído en la trampa del demonio, quien usa estas herramientas para alejarnos de lo que realmente importa: nuestra relación con Dios. Los cristianos se ven tentados a pecar, ya sea a través de la pornografía, el adulterio, las doctrinas erróneas, la idolatría y otros pecados.
No decimos que las redes sociales sean malas, pero cuando dedicamos más tiempo a ellas que a nuestra relación con Dios, nos convertimos en cristianos tibios, que un día estamos con Él y al otro día estamos en el lado contrario.
Debemos dedicar el mismo tiempo o incluso más tiempo a Dios, a través de la oración, la lectura de la Biblia y la evangelización. Las redes sociales son una herramienta útil para difundir el mensaje de salvación, pero debemos usarlas con moderación, sin descuidar nuestra relación con Dios.
No esperes a que Dios te agregue como amigo en Facebook para tener una comunión con Él. Dedica tiempo a orar, leer su palabra y compartir el evangelio con los demás. No permitas que el enemigo te aleje de lo más importante: tu relación con Dios.