La verdad es que somos egoístas, y muchas veces solo pensamos en nosotros mismos. Cuando alguien nos lastima, solo nos acordamos de eso, pero no nos acordamos de lo que nosotros le hicimos a esa persona. ¿Por qué no podemos perdonar y olvidar como lo hizo Cristo? Él no solo olvidó nuestros pecados, sino que también los perdonó. ¿Por qué nosotros no podemos hacer lo mismo y perdonar como verdaderos cristianos?
Si has herido a un amigo, ve y pídele perdón por lo que hiciste o dijiste. No esperes que la otra persona haga lo mismo, simplemente haz lo que Cristo demanda. En cambio, si eres de esas personas que solo se acuerda de lo que te hicieron, deja tu vanagloria a un lado y deja de pensar solo en ti, porque eso es pecado. Pídele a Dios que lo quite de tu vida, y verás que tendrás verdaderos amigos. Recuerda que el único amigo que nunca te fallará es Cristo, no lo olvides