En la actualidad, vemos a muchas personas tomando decisiones que afectan sus vidas. Lamentablemente, la mayoría elige el camino más fácil y cómodo, siguiendo el camino del mundo y alejándose del camino de Jesucristo. Esta elección, según Proverbios 16:25, lleva a la muerte. Buscan la felicidad en lo que el mundo les ofrece, pero al final, este camino solo lleva a la muerte eterna.
Sin embargo, hay personas que optan por otro camino, el camino de Juan 3:16, en el que su libre albedrío está bajo el control de Dios, no del mundo. Llevan una vida plena junto a Él, aunque como en todo, hay tropiezos y caídas. Solo estando en sus caminos podemos levantarnos. Este camino nos lleva a una ciudad hermosa, donde todo es perfecto, con calles de oro y un mar de cristal. En esta ciudad, el amor reina por la eternidad, y finalmente podemos disfrutar todo lo que Dios ha prometido.
Si estás leyendo esto y sientes un vacío en tu corazón, que has intentado llenar con todo lo que el mundo puede ofrecerte, quiero decirte que solo Dios puede romper esa cadena que te mantiene atado y librarte del fuego. Él puede eliminar ese vacío y dolor que sientes en tu corazón. Solo necesitas orar y decirle, con humildad, que lo aceptas, que eres un pecador y reconoces lo que hizo por ti en la cruz. Por su sangre fuiste redimido y te convirtió en una nueva criatura.
Si, por otro lado, has decidido ejercer tu libre albedrío para seguir el camino del mundo, recuerda que Dios te brinda muchas oportunidades. Tú decides si las aprovechas o no. Exhorto a que uses tu mente, en vez de tu cuerpo, para tomar decisiones. Que Dios te bendiga