"Ser babilloso es ser valiente. Si alguien te invita a tomar, fumar o drogarte, solo un babilloso puede decir que no, a menos que seas lo contrario de un babilloso: un cobarde. Sin embargo, no todos son valientes, la mayoría de las personas son cobardes ante la tentación. Satanás sabe esto y por eso nos pone a prueba. Solo un valiente arrebata el reino de los cielos, pero cuando alguien es valiente, los cobardes lo critican y le llaman hipócrita. Lo que ellos no entienden es que todo lo que hacemos sale a la luz y no podemos engañarnos a nosotros mismos. El verdadero babilloso es y será Jesús, quien murió por nosotros y nos dio vida eterna. Él es quien nos ama por encima de todo, a pesar de nuestros pecados. Así que, debemos decidir si ser valientes y seguir a Cristo, o ser cobardes y caer en las drogas, el alcohol, el tabaco, las religiones falsas y negar a Dios. La elección es nuestra. Yo soy babilloso, ¿y tú?"