"La belleza de ustedes no debe estar en el adorno exterior, como peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos. Por el contrario, que la belleza de ustedes sea la incorruptibilidad del corazón, en la riqueza de un espíritu apacible y sereno, lo cual es de gran valor delante de Dios." (1 Pedro 3:3-4)
Dios nos enseña que nuestra verdadera belleza está en nuestro corazón y en la forma en que vivimos nuestra vida. Él nos creó con un propósito único y especial y nos valora por quiénes somos, no por cómo nos vemos. Así que no caigas en la trampa de buscar la validación en la mirada de los hombres, sino busca la aprobación de Dios y vive tu vida conforme a su voluntad.
Recuerda que Jesús es el único que puede llenar el vacío que hay en nuestro corazón y darnos verdadera satisfacción y amor incondicional. Él nos ama tanto que murió en la cruz para que tengamos vida eterna. Por eso, te animo a que le entregues tu vida a Él y te conviertas en una mujer virtuosa conforme a su voluntad.
"El valor de ustedes no está en las cosas que tienen, ni en la ropa que usan, sino en lo que son ustedes por dentro: un espíritu que Dios ha hecho nuevo y que ahora vive en ustedes." (Colosenses 3:12)
Así que no te conformes con la superficialidad de este mundo, sino busca la verdadera belleza y valor en Dios y vive conforme a su voluntad. ¡Bendiciones!